martes, 28 de octubre de 2008

TRIBUS URBANAS

A cerca de las tribus urbanas...
Frente a este fenómeno, la opinión pública ha mostrado un creciente nivel de preocupación, pero no se cuenta con una interpretación de la problemática que contribuya a caracterizar y entender en profundidad este fenómeno.En este sentido, las aproximaciones son escasas debido al discurso dominante que existe en torno a estos microgrupos, donde la tendencia es encapsularlos bajo el rótulo y el estigma de la delincuencia, la drogadicción, la violencia y las bandas juveniles que son el eje de la desadaptación y la desviación social.
Frente a estas visiones surgen otras voces, nuevos enfoques para entender a los jóvenees, que optan por la persepctiva de sujetos, lo que permite que ellos se caractericen como "jóvenes de otra era, que están en otra", asumiendo que ese "otra" a la que hacen referencia evoca un momento y un espacio determinado que tiene características propias, diferente de los adultos, a sus sistemas de vida, a la autoridad y a todo aquello que represente los modos tradicionales de la vida social.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Abstract


El trabajo a realizar va a estar basado en el análisis sobre “Internet y las Tribus Urbanas”, integradas por adolescentes, partiendo del interrogante sobre qué es lo que lleva a estas personas a identificarse con una tribu determinada y qué es lo que hace que esa tribu se mantenga unida.
El mismo lo llevaremos a cabo a través de un proceso de investigación, que incluye el análisis de diferentes fotologs, noticias periodísticas de diversas índoles; de esta forma trataremos de responder la pregunta planteada.
Partiremos de la siguiente hipótesis: la gente permanece unida por lazos de amor y porque han elegido el mismo líder puesto en el lugar de ideal del yo, tomando al otro como modelo, identificándose con él es que llegan a identificarse entre sí.
Nuestro marco teórico de referencia principal será la teoría desarrollada por Sigmund Freud sobre el texto de Psicología de las Masas y Análisis del Yo (1921), donde se establece la formación de masas, encabezada por un líder el cual es investido con libido de amor, desexualizada, inhibida en su fin.
También haremos referencia a otros autores, pertinentes en el tema, tal es el caso de Sluzki (1996) quien desarrolla la teoría sobre Red Social, e incluiremos aquellos autores que durante el desarrollo del trabajo creamos necesarios y fundamentales incluir.
Sluzki expone sobre redes sociales y el apoyo social, y como influye y cuan necesario es en el individuo. La experiencia de compartir con otro en tiempo y espacio, ayuda a constituir nuestra identidad, ésta se construye y reconstruye, constantemente, en el curso de nuestras vidas sobre la base de nuestra interacción con los otros.
El autor define a la red social: "Suma de todas las relaciones que un individuo percibe como significativas o define como diferente de la masa anónima de la sociedad".
Es importante resaltar que, la interacción con un otro ayuda a constituir nuestra propia subjetividad, a la vez que genera un gran apoyo, el cual se necesita en diferentes momentos de la vida.
Las redes sociales contribuyen a proveer sentido a la vida de sus miembros. Favorecen una organización de la identidad, a través de los ojos y las acciones de los otros, nos hace saber que estamos ahí para alguien.
Esa red social, constituída por ese conjunto de seres con quienes interactuamos de manera regular, nos conectamos, intercambiamos, nos hacen reales, y nos ayuda a constituirnos en relación con un otro.
En la relación con un otro nos vamos constituyendo como personas, reales, deseantes y con necesidades. Necesidad de escucha, de interacción, de apoyo. Una red social personal estable, sensible, activa y confiable protege a las personas en contra de enfermedades, aumenta la sobrevida, es salutogénica; nos ayuda a pensar y a saber que no estamos solos, sino que estamos ahí para alguien.
La pobreza relativa de redes sociales, constituye un factor d riesgo para la salud. Por lo que, podemos aceverar, que existe una correlación directa entre calidad de la red social y calidad de salud, por lo que muestra una poderosa capacidad predictiva de sobrevida.

martes, 21 de octubre de 2008

La identificación para Freud

PSICOLOGÍA DE LAS MASAS Y ANÁLISIS DEL YO

En este texto, que servirá como pilar teórico para nuestro trabajo sobre tribus urbanas, Freud postula que en la vida anímica individual aparece integrado siempre afectivamente “el otro”, como modelo, objeto, auxiliar o adversario y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo psicología social en un sentido amplio, pero plenamente justificado.
En cuanto al individuo integrado a una masa, experimenta, bajo la influencia de la misma, una modificación a veces muy profunda de su actividad anímica., Su afectividad queda extraordinariamente intensificada y su actividad intelectual se limita. Ambos procesos tienden a igualar al individuo con los demás de la multitud.
Este fenómeno no se explica simplemente por la intervención de factores racionales, como intimidación o instinto de conservación. Tampoco usaremos el término sugestión, ya que es un término vago que no dice nada en concreto.
Se introduce la idea de libido y se postula que los lazos afectivos existen también en la esencia del alma colectiva y que es ésta la que se oculta detrás de la sugestión. Cuando el individuo englobado en la masa renuncia a lo que le es personal, tenemos la impresión de que lo hace por sentir en él la necesidad de hallarse de acuerdo con ellos y no en oposición, esto es, por “amor a los demás”.
El autor retoma la idea de la horda primitiva y dice que el fenómeno de masas nos muestra su resurrección.
Los individuos componentes de una masa precisan todavía la ilusión del jefe que los ama a todos por igual mientras que el jefe no necesita amar a nadie, puede erigirse como dueño y señor y aunque absolutamente narcisista, se halla seguro de si mismo y goza de completa independencia.
El padre primitivo impedía a sus hijos la satisfacción de sus tendencias sexuales, y por consiguiente a titulo de derivación les imponía lazos afectivos que los ligaban a él y luego entre ellos.
A modo de ejemplificar, el autor toma a dos masas denominadas por él artificiales, a saber: la iglesia y el ejercito, dice que son artificiales porque sobre éstas actúa una coerción exterior encaminada a preservarlas de la disolución y a evitar modificaciones de su estructura. En ambas reina una misma ilusión: la de la presencia visible o invisible de un jefe que ama por igual a todos los miembros de la colectividad. De esta ilusión depende todo y su desvanecimiento traería consigo la disgregación de la Iglesia o el Ejercito, en la medida en que la coerción exterior lo permitiese.
En las dos masas artificiales se halla el individuo doblemente ligado por lazos libidinosos, en primer lugar al jefe y además a los restantes miembros de la colectividad.
En las masas artificiales, también se revive la horda primitiva, el amor del padre no es sino la transformación idealista de los hijos que se saben igualmente perseguidos por el padre, que inspira a todos el mismo temor. El caudillo es aún el temido padre primitivo, la masa quiere siempre ser dominada por un poder ilimitado. El padre primitivo es el ideal de la masa y este ideal domina al individuo, sustituyéndose a su ideal del yo.
Freud dedica todo un capitulo para el tema de la identificación, en él explica que existen como diferentes niveles de identificación, a saber: la Identificación primaria: Es la que se da en un primer momento y lo que ocurre aquí es una identificación al padre en ambos sexos. Es ambivalente pues se da en la fase oral canibalística. Es previa a toda elección de objeto.
En el síntoma histérico pueden darse distintas identificaciones:
una identificación con la madre, que puede resultar de dos procesos distintos: puede ser la misma que en el complejo de Edipo, puede representar el deseo de sustituirla, pero bajo la influencia directa de la conciencia de culpabilidad, se identifica con el síntoma, sufriendo como la madre;
pero también puede suceder que el síntoma sea el mismo de la persona amada. La identificación ha ocupado el lugar de la elección de objeto, transformándose por esta regresión en una identificación.
Un tercer caso, particularmente significativo de la formación de síntomas es en el que la identificación surge cuando un sujeto descubre en sí un rasgo común con otra persona que no es objeto de sus intenciones sexuales, es independiente de toda carga libidinosa. Uno de los yoes advierte la analogía y se produce una identificación al síntoma patógeno.
Para explicar el tema del enamoramiento y diferenciarlo de la identificación dice que el primero se da cuando se conjugan instintos libres e instintos coartados en su fin. En este caso se da la “superestimación sexual”, dada por la idealización, en la que el objeto es tratado como el propio yo del sujeto, el enamoramiento pasa al objeto una parte considerable de la libido narcisista, en algunos casos el objeto amado llega a sustituir al ideal y amamos al objeto a causa de las perfecciones a las que hemos aspirado para nuestro propio yo.
El objeto ha devorado al yo, y genera un empobrecimiento y una tendencia a la propia aminoración. Esto se da más en el amor no correspondido, ya que no hay satisfacción sexual que disminuya la superestimación del objeto. En estos casos el objeto ha ocupado el lugar del ideal del yo.
La diferencia entre idealización e identificación es que en esta última el yo se enriquece de las cualidades del otro, y en la primera se empobrece. En la identificación el objeto es abandonado y reconstruido en el yo, en el otro caso, el objeto subsiste pero dotado de cualidades por el yo y a costa del yo.
Del enamoramiento a la hipnosis no hay gran distancia, se comprueba el mismo renunciamiento a toda iniciativa personal y es evidente que el hipnotizador se ha situado en el lugar del ideal del yo.
En las masa primarias, que poseen un caudillo, pero no se han organizado demasiado, se trata de una reunión de individuos que han reemplazado su ideal del yo por un mismo objeto y a consecuencia de ello se ha establecido una general y recíproca identificación del yo.